Tres impuestos a tener en cuenta:
- Impuesto de Sucesiones: Depende de la Comunidad Autónoma donde el difunto tenía su residencia habitual. Se calcula sobre el valor de los bienes heredados y es progresivo: a mayor valor, mayor impuesto.
- Plusvalía municipal (IIVTNU): Depende del Ayuntamiento donde está situado el inmueble. Grava el incremento del valor del terreno desde que lo adquirió el difunto hasta su muerte.
- Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF): Afecta tanto si se alquila como si se vende el inmueble heredado. Si está alquilado, tributa por la diferencia entre ingresos y gastos. Si se vende, tributa por la diferencia entre el valor declarado en la herencia y el valor de venta.
La importancia de la valoración de los bienes:
El valor de los bienes determina el impuesto de sucesiones y el IRPF en caso de venta.
Los herederos son los responsables de fijar el valor, pero hay un valor fiscal mínimo que hay que tener en cuenta.
La importancia del valor de los inmuebles en la tributación no es homogénea. En el Impuesto de Sucesiones, el valor de los bienes determina directamente la cantidad a pagar, ya que se aplica un sistema progresivo: a mayor valor, mayor impuesto. En cambio, la Plusvalía municipal no se altera por el valor del inmueble, sino que se basa en el valor catastral del suelo y la alteración de su valor desde la adquisición por parte del difunto hasta su muerte.
Respecto al IRPF, mientras los inmuebles se mantengan en el patrimonio, se ha de declarar una imputación del valor catastral (1,1% o 2% según la población) si están vacíos o a nuestra disposición. Si se alquilan, tributa la diferencia entre ingresos y gastos, sin afectar el valor declarado en la herencia. No obstante, en caso de venta, el valor de tasación de la herencia sí que tiene un papel importante. El ganancia o pérdida patrimonial en el IRPF se calcula como la diferencia entre el valor declarado en la herencia más gastos e impuestos, y el valor de venta menos gastos. Por lo tanto, una mayor valoración en la herencia puede reducir el IRPF a pagar, y viceversa.
En resumen, la valoración de los inmuebles tiene un impacto importante en la tributación del Impuesto de Sucesiones y, en menor medida, en el IRPF en caso de venta. La Plusvalía municipal, por contra, no se altera por el valor de los bienes.
Recomendaciones:
- Cuenta con peritos tasadores: Si hay más de un heredero o legitimario, asesorate por profesionales para evitar conflictos. En caso de que los herederos o interesados no lleguen a un acuerdo sobre la valoración de los bienes, una situación demasiado frecuente, uno o más de ellos puede recurrir a la vía judicial, ya sea para reclamar una mayor legítima o por considerar que el reparto no es equitativo. En este caso, será el juez quien determine el valor final de los inmuebles. No obstante, el juez no buscará un valor salomónico, sino que se basará en la opinión del perito que le ofrezca más confianza en su valoración y exposición ante el Tribunal. Por lo tanto, la experiencia en la defensa de tasaciones ante los tribunales es un factor crucial en este tipo de situaciones.
- Encuentra un equilibrio: Ajusta el valor de los bienes para optimizar los impuestos, pero sin bajar del valor fiscal mínimo. El valor declarado de los bienes en la herencia tiene un impacto directo en dos impuestos importantes: el Impuesto de Sucesiones y el IRPF. Si bien no existe un valor absoluto para la tasación de los bienes, es posible ajustarlo dentro de unos ciertos límites. Esto permite a los herederos optimizar su carga fiscal, ya sea reduciendo el Impuesto de Sucesiones o minimizando el impacto en el IRPF.
- Busca asesoramiento legal: La declaración de un valor real de los bienes en la herencia no solo es importante para cumplir con la legalidad, sino que también ofrece la oportunidad de gestionar de manera estratégica los impuestos a pagar, consiguiendo un ahorro significativo en determinadas situaciones. Un abogado puede ayudarte a encontrar la combinación ideal para minimizar el impacto fiscal.
Consejos adicionales:
- Planifica con antelación: Anticipa los posibles impuestos y prepárate para afrontarlos.
- Infórmate sobre las bonificaciones: Investiga las posibles reducciones en el impuesto de sucesiones en tu Comunidad Autónoma.
- Documentación exhaustiva: Reúne toda la documentación necesaria para la tramitación de los impuestos.
En resumen:
Heredar un inmueble implica una serie de impuestos que hay que gestionar de manera eficiente. La valoración de los bienes es un aspecto crucial que puede tener un impacto significativo en la carga fiscal. Para navegar con éxito en este laberinto fiscal, es recomendable buscar asesoramiento profesional y planificar con antelación.
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